Some people want to fill the world with silly love songs.-

No había mejor cosa que sentirse como en casa, en el caso de Seth los acantilados le recordaba a su padre, Harry cuando ambos iban hacía tiempo de pesca allí. El más pequeño e iniciado miembro quileunte se paseó en la forma del lobo color arena por los bordes del acantilado observando todo a su alrrededor con esa mirada curiosa y en busca de aventura.

Estar en La Push, sola, no le hacía bien. Cada cinco minutos en los que no pensaba en Sam y Emily, pensaba en su padre. No tenía idea del por que todo lo malo le cayó de golpe y él único que parecía entenderla y apoyarla era Seth. Los demás sólo juzgaban y se burlaban. Leah no era mala, era incomprendida y demasiado idiota como para llorar y botar las penas.

Estuvo horas mirando el acantílado sin decidirse a tirarse o no. Le haría un bien a todos al tirarse, por otro lado , ella era demasiado cobarde como hacerlo.

No tenía idea de donde se había metido Jacob, aunque se hacía la idea que estaba con la morena que había conocido unos días atrás, en la comida que habían tenido en la casa de Sam. El lobo arena corrió por la tierra seca persiguiendo un ave que se le hechó a volar en cuanto lo vió, no quería comerla, pero jugar era una buena manera de pasar el tiempo en solitario.

Los castaños ojos del animal divisaron una figura más que conocida y corrió hacia ella, alegre. Sin ser brusco la tumbó en la tierra y lamió su rostro.

Seth. Sólo su hermano haría eso, los demás le tenían demasiado miedo para atreverse a hacerlo. Gallinas.

Ella abrazó al lobo, escondiendose en su pelaje hasta que sus vidriosos ojos estuvieran normales.
Ningún miembro de la manada se la imaginaría así. Tan cariñosa y vulnerable, su verdadera cara.

En cuanto su hermana lo abrazó el cachorrón de pelaje claro movió la cola y la olisqueó sabiendo que algo no estaba bien allí, no hacía falta con ellos aquella conección que tenían en la manada para entenderse. Volvió al a forma del muchacho desgarbado y demasiado alto para sus 15 años y le sonrió sentandose a su lado.

Debes dejar de crecer, Seth o ya no entrarás por casa y mamá me echará la culpa.- Sonrie suave, con una dulzura que jamás podrías imaginar que proviene de esa morena.

No lo mira por que no cree poder con ello. No quiere desmoronarse. Lo hizo sólo una vez y se sintió la peor bajeza del mundo.

- Jake dice que estoy en etapa de crecimiento, mira.. - Jake.. jake y Jake, gastaría ese nombre de seguro; le enseñó su brazo doblado, los músculos que etaba desarrollando, orgulloso de ello. Él seguía mirandola a la espera de que dijeraalgo sobre la tristeza latente en sus ojos, sin preguntar algo evidente y estúpido.

Maldito nombre, la tenía podrida. La única razón por la que detestaba tanto a Jake era por que él estaba pasando por lo mismo que ella pero en su caso no había imprimación de por medio aunque mirando a la novia del chupasangre pareciera como que si la hubiera. Que la historia se repitiera la sacaba de quicio, aunque no fuera con ella.

Bufó, apretando el brazo de su hermano.

Seth hizo una mueca y separó su brazo del agarre de su hermana - me sacaras moretes Leah.. - le reclamó sobandose el brazo mientras se recostaba en las piernas de su hermana como lobo se acostarpia para dormir, suspiró.

- Extraño a papá.. - susurró desde allí, mirnadola de reojo.

Frunció el ceño para no quebrarse ante él. Debía ser fuerte.

No debes hacerlo, nos tienes a mamá y a mi....y a Jake.- murmura el último nombre casi con pesar, recordando la charla de hace horas.

No, aquello no era lo mismo, amaba a su hermana y a su madre, pero su figura paterna se había esfumado tan rápido que no le había dado tiempo siquiera a despedirse.

El licántropo sonrió tristemente asintiendo para no hacer enfadar a su hermana con sus problemas, demasiado tenía ella como para atender a su hermano pequeño.

No pienses así, Seth .- susurra alargando su brazo para acariciar la mano de su hermano pequeño.- Sólo tú puedes acercarte por ayuda, eres...algo así como un miembro V.I.P.- Sonríe suave mas la sonrisa se desvanece luego y es unalástima. Se ve hermosa sonriendo, brillante.

Miembro VIP sonaba bien, hasta le gustaba. Seth asintió mirando esa fugaz sonrisa, no le gustaba que su hermana estuviera triste y amargada, no siempre había sido así y ahora como el "hombre" de la casa debía pensar en hacer algo.

- No estes triste jovencita, eres más linda cuando estas feliz.. - repitió textualmente como lo decía su padre.

Esa frase con la voz de él la hizo reír, sólo un poco, pero hace demasiados meses que Leah no reía.
Lo mira de reojo y luego se tira encima de él, haciendole cosquillas, con una sonrisa incrustada en el rostro.

El moreno se carcajeó al escucharla reír así, hacia tiempo ya que no escuchaba la risa de su hermana.

- No.. para.. noooo Leaah.. - pidió riendose sin poder contenerse.

Jamás ....- sentencia haciendo que su hermano se retuerza de la risa. La mirada y sonrisa de Leah deslumbraba y no había licantropos para mirar por desgracia

Seth se removió intnetando sacar las manos de ella de su abdomen adolorido del esfuerzo, si seguía riendo así llenaría en bosque que rodeaba el lugar.

- Por fa.. porfavor Lee.. - le pidió volteando el rostro hacia un costado, poniendole ojos de cordero.

Ojalá los demás pudieran ver ese lado de la metaforfa pero o se negaban hacerlo o simplemente no les interesaba y ella no los culpaba en absoluto.

Deja las cosquillas y lo ayuda a sentarse.- Gracias .- susurra desviando la mirada

Al fin lo había soltado, Seth se sentó tocandose las costillas, aun con esa sonsación en el estómago que solo le producían los mimos de Leah. No tenía porque agradecerle, él siempre estaría para ella, con unsalto el moreno se puso de pie sintiendo el bienestar de sus pies descalzos en la tierra, hundiendose.

- Estabas por saltar? - preguntó mirandola desde arriba.

Es lo que planeaba, pero creo que no pude....-susurra sin dejar nada más a las palabras. En sus pensamientos era claro lo que ella pensaba. Quería hacerle un favor a todos y largarse.

Nigún favor y una mierda, Si Leah se iba no sabía como podría seguir, por muchas sonrisas que mostrara su rostro Seth aún mantenía su luto por su padre, pero avanzaba, a pasos agigantados quizás. El pequeño frunció el ceño a los pensamientos de su hermana.

- Menos mal que no lo has hecho.. - murmuró sin quedarse quieto en un sitio.

Ella se quedó estancada por él. El mundo no necesitaba a dos Clearwater con el humor de Leah, nadie lo soportaría.

Creo que eres el único que piensa así, Seth.- susurra acariciandose el tatuaje de la manada que tenía en el hombre.

No creía que eso fuera así, Leah podía ser esquiva, sarcástica y vil cuando quería, pero esa era la pose que tomaba para no sufrir otra vez, y él lo sabía más que nadie, simplemente conocía a la verdadera Leah Clearwater.

- Vamos a dar una vuelta? - preguntó llendo hacia ella y tomando su mano.

Ella escuchó sus pensamientos e intento sonreír. Ojalá todos lo vieran como él, al menos la entenderían pero a veces ni Sam ni Emily , quienes la conocían, la veían de ese modo.

Con su ayuda se levanto y se abrazó a él, como si estuviera comvaleciente.

Seth abrazó a su hermanita y caminó en dirección al bosque en busca de algo que hacer, quizás solo sería una caminata a´ra amenizar tensiones o liberarla a ella por lo menos por un momento de esa tristeza desgarrante. Le hacía mal verla mal, siempre había sido para él una mujer para admirar y cuidar.