Tengo un reloj que se para siempre que tú de mi te separas [Reeg]

- Mierda - dice una vez que comprende el último comentario y la ve correr y adentrarse al bosque, con algo de miedo a que se lastimara o se perdiera la siguió de cerca. El era atlético así que no le costaría ni un segundo atraparla, pero le seguiría el juego. Con tal de que ella sea feliz. - No corras, sabes que te atraparé - le dijo.

Sabe que el es rápido, sabe que el si quisiera la alcanzaría, sabe todo eso acerca de él. Pero no le importaba. Ella sentía una extraña adrenalina corriendo por sus venas.

Al pasar por entre unos árboles muy juntos, no nota que había una rama sobresaliendo. ¿Resultado? Su vestido obtuvo una gran rasgada del costado derecho del cuerpo de Pía, justo debajo de su pecho, y otro sobre la cintura. No se lastimó.

Se quedó quieta mirando aquel vestido dañado. Lamentaba su perdición, pero aquello no le preocupaba en ése momento.
Se quedó contra un árbol, mirando a la oscuridad, esperando a su príncipito. No entendía porqué aquel deseo de estar con él ocupaba todo su cuerpo, junto a aquella adrenalina.

Escuchó como se rasgaba el vestido de Pia, y una preocupación invadió su cabeza, quizás se había lastimado. En menos de 20 segundos estaba frente a Pia, examinando con la mirada su cuerpo en busca de lastimaduras o sangre. Preocupado al 100% - Estás bien? te lastimaste mi vida? - le dijo, abrazandola por la cintura y besando la frente de ella.

Posó sus ojos en los suyos, solo mirandolo mientras los ojos del castaño analizaban todo su cuerpo, en busca de...¿Heridas?.

-Hey, Reg, estoy bien.-susurra tranquila, dejándose abrazar por él.-Aunque si me hubiera lastimado, hubiera preferido algo más que un beso en la frente.-le pucherea, tan jodidamente cría con él.

Toma el rostro de pía entre sus manos, con suma delicadeza y la besa en los labios, con ternura. Como siempre con cuidado si se trataba de Pía. Era increíble lo que amaba a esa chica, lo volvía loco y le daba vuelta el mundo cada vez que besaba esos labios.
Se separó un poco para agregar. - Está de acuerdo con eso o se va a quejar Señora Eternalfire? - preguntó, divertido como en todo momento de su vida.

Responde a aquel beso con la misma ternura y delicadeza. Es que no puede ser de otra forma con aquel principito azul que tenía delante de sus claros ojos.

-Mmmh, quizás aquel castaño que observaba en la fiesta,lo hubiera hecho mejor.-susurra, sonrojada pero aún con su tono dvertido. Es que el escuchar aquel apellido, en ella, la había logrado enrojecer de pies a cabeza.

Levantó las cejas, no podía creer lo que la castaña le decía. Enojado, le iba a demostrar lo contrario y ella iba a recordar ese beso por el resto de su larga vida junto a él. La tomó con fuerza de la cintura y la apegó a él lo más posible, luego devoró sin dudar los labios de la muchacha. Exploró la boca de ella con su lengua y con sus manos acarició cada centímetro de su espalda y trasero.

¿Estaba sorprendida? Sí, claro. Decir que estaba MUY sorprendida era decir poco y nada. Con razón siempre su amigo, ahora algo mucho mucho más que eso, traía siempre una chica diferente al apartamento.

Ella se dejó tomar por él, mientras ya jugaba con su lengua contra la de Reg. Enredó ambos brazos detrás del cuello del muchacho para apegarse más a él, si eso le era posible.

Jugó con el cuerpo de la chica, esperando por fin, haberle demostrado el poder que tenía sobre las mujeres. Se separó, para verle la cara, para disfrutar de haberle cerrado la boca. Antes de separarse por completo, decidió seguir el beso tentado por ella. Volvió a apasionar el beso.

Ella no quiere alejarse de su boca ahora. No tenía idea porqué, pero lo quería a ÉL, y solamente a ÉL.

Esboza una simple sonrisa, con un leve puchero cuando él se aleja. No dice nada. Él debía darse cuenta que lo que había dicho era para provocarlo, pero quizás no caería en ése momento.
Acaricia su cuello, sin despegar sus ojos de él.

Se separa apenas, para abrazarla con el cariño que jamás había tenido por nadie. A ella quería disfrutarla y no ir tan rápido como con las fáciles, en estos momentos a una de aquellas ya la tendría en la cama. Pero él no iba a dejar que pase eso, por lo menos iba a ser por amor, y no por...simplemente diversión. - Yo sé que tu eres la mujer que quiero toda mi vida a mi lado - le dijo, tierno y único, totalmente rendido a sus pies.

La castaña esboza una sonrisa grande, dejando mostrar sus blanquecinos dientes. Sus ojos estaban cristalinos, pero ya se pasaría. Estaba emocionada, y no lo escondía de él. Pero aún estaba en su estado de shock, sin creer nada de lo que sucedía.

-Te amo Reginaldo Eternalfire.-susurra en sus brazos. Se sentía muy bien protegida en ellos.

La cubra con su campera, para que no pasara frío, mientras acaricia suavemente su espalda. - Yo no puedo amarte más Pia Cyrus - dijo, antes de depositar un beso en sus labios, sincero y cariñoso como nunca. Era totalmente cierto, la amaba desde la uña de su pie hasta su cabeza, era inevitable para el. Ella podía hacer con él, lo que quisiera.

Rodea la cintura de Reg al corresponderle aquel beso, sintiendo una felicidad interior...No recordaba haber sentido aquello desde la llegada de Jake a la Academia TK...PEro aquella felicidad era totalmente extraña, diferente...Y muy especial.

Cerró los ojos antes de alejarse y apoyar su cabeza en el pecho de Reg, bostezando.

- tienes sueño hermosa? - preguntó, mirándola desde arriba, aún cubriéndola con su campera, para que no pasara frío alguno. Luego el bostezó silenciosamente. Realmente tanto amor lo había agotado, simplemente quería acostarse en su cama del depto. y dormir hasta largas horas de la mañana.

Asiente con su cabeza, enseguida desviando sus ojos para posarlos en los de Reg.

-¿Vamos al departamento?.-pregunta sonriendo somnolienta. Tiene sueño, mucho. Y de no ser porque ambos vivían juntos, y ella tenía en la cabeza la idea de que él se quedara a dormir con ella, no hubiera preguntado aquello.

Asintió, mientras se movía lentamente hacia su auto el cual estaba en la entrada de la casa de los Cullen. La envolvió en sus brazos, para que ella no pasara frío, a pesar de que tenía encima su campera. No sabía que iba a pasar en ese departamento, seguramente dormirían, pero dejaría lo bueno para un día con más energía.

Se deja conducir por Reg hasta que llegan al auto. Estaba medio dormida, quizás por eso no había visto que estaban de vuelta en el lugar de la fiesta, con excepción de que ésta vez estaban afuera.

Entra en el lado del copiloto cuando Reg abre la puerta, y se acomoda dentro, colocándose el cinturón como puede.

-Te amo.-susurra sonriendo leve, mirando a un costado, ya ambos dentro del auto.

Cerró la puerta del copiloto, luego dio la vuelta al auto y se sentó en el asiento del conductor. Cerró la puerta, se colocó el cinturón y encendió el motor con un rugido. Reg siempre había sido de una familia adinerada, a pesar de que ellos lo odiaran, le habían dado el dinero suficiente para que se alejara de sus vidas, por lo tanto había conseguido el mejor auto que el dinero deshonesto de sus padres había podido pagar. Y sí, no se podía quejar, era un VMW bastante lujoso. Aceleró rápidamente, antes de contestar a Pía . - Yo muchísimo más. - luego dejó un beso en la frente de la chica y siguió manejando a velocidades altísimas.

-Ten cuidado.-murmura haciéndole pucheros. No le importaba la velocidad, ya que ella y Jake eran amantes de la adrenalina...Pero por eso había pasado aquel accidente de la moto, junto con Lucs, y no quería volver a pasar lo mismo.

Cierra los ojos, tratando de descansar algo. Había estado toda la mañana buscando la ropa para aquella fiesta.
sin evitarlo, sonrió al recordar el momento que estuvo en la fiesta, con Reg.

- No te preocupes mi cielo, sé lo que hago - dijo, confiado como siempre, el amaba la velocidad, pero no iba tan a prisa como cuando iba solo, ya que su amada estaba en el auto, temía por ella, y simplemente por ella, era su gran preocupación. De repente una imagen vino a su mente, algo que él nunca hubiese pensado, era una casa preciosa con un gran parque, Pía algo más vieja pero igualmente hermosa, en todo momento de su vida, embarazada, y luego él, también viejo y también más hermoso aún, - si eso era posible - cargando un pequeño Reg en sus brazos y otro pequeño Reg, un poco más grande que el otro, jugando a su lado.

Enseguida cayó en los brazos de Morfeo, con esa sonrisa dulce e inocente -já.- en su rostro. Estaba soñando, feliz con aquel sueño.
" Se veía a ella en en borde de una gran piscina, con Reg a su lado. Debían de tener ya unos veinte y pico de años, ya que un niño de 4 años nadaba feliz en la pileta con una perra Akita, jugando con ella. Y ella y Reg estaban felices juntos."

La miró sonreír en sueños a Pía, feliz, luego volvió sus ojos a la carretera, cuando una idea cruzó su mente como un rayo. Dobló a la izquierda, directo hacia el lugar que tenía planeado, era la sorpresa para Pía se emocionaría y amaría su regalo. Ya que no iba a darle un hijo por ahora, le daría un cachorro. Paró el auto en una perrera, la cual milagrosamente estaba abierta {jajajaja}. Bajó del auto, y volvió alrededor de 5 minutos después con un can pequeño en brazos, blanco y peludito.

Spoiler:

Sintió que el auto dejó de moverse y enseguida abrió los ojos, aunque nada podía ver más que una luz de un farol. Pensó que habían llegado al departamento.
Miró a un lado para hablar a Reg, pero no estaba. suspiró pesado antes de cerrar nuevamente sus ojos, pensando como podía. ¿Qué había pasado?

Volvió a abrir los ojos al sentir la puerta del piloto, y lo único que pudo ver era una gran bola blanca...¿De lana?

-...Reg...-susurró confundida, con solo el ojo izquierdo abierto, cansada por demás. No entendía nada, y no lo veía a él.-¿Qué ..traes puesto?

- mmm, a ver, que es lo que traigo puesto, se llama...como tu quieras que se llame, es nuestro bebé, raza...alguna, se los suele llamar perros - dijo con una sonrisa enorme en su rostro, enseñando todos sus dientes brillantes. - Preparate, porque habrá un regalo para ti, cada día de nuestras vidas, para agradecerte lo bien que me haces - dijo y luego la besó corto, para que pudiese ver al perro.