And now I know I'm not about to be another victim {Leah} {+18}

Después de haber salido de su última clase de Biología, Jake se dirigió a los aparcamientos. En unas 3 horas se encontraría con Sam. Si llegaba tarde no podrían decirle nada, pero la irresponsabilidad del único Black era mal vista por Billy Black.

Lo único emocionante de aquel día, había sido la pelea simulada con Seth. Ese chico era increíble, y más aún cuando seguía a Jacob...Algo que disgustaba a su hermana mayor, Leah. Pero basta de pensar en esa mocosa.

Caminó buscando su moto. Esperaba que Quil se la hubiera dejado en el lugar de siempre, y sin ningún daño.

Oh sí, la moto estaba en el mismo lugar que él la dejó, no se movió ni un centimetro de allí pero en lugar de parecer nueva, como siempre, tenía un gran rasguño que iba de extremo a extremo y una guapa morena de ojos claros apoyada en asiento del conductor con una mirada de " Dime algo y será lo último que saldrá de tu sucia boca, maldito roedor".

Jacob se la debía, más bien toda la manda se la debía y ella la cobró de una.
Hace 2 meses que ya no emitía opinión alguna sobre las cosas que ocurrían con sus compañeros pero ellos seguían actuando como si Leah les tirara ácido en la cara y la gota que derramó el vaso fue cuando Quil, Embry, Jake y Seth le escondieron la ropa a la morena y tuvo que irse a casa desnuda ya que su madre le prohibió entrar a casa como lobo a menos que fuera estrictamente necesario - heridos de guerra, casi muertos-.

Mira a Jake a los ojos, fulminante. Se supone que con su venganza se sentiría bien pero no es así.

Por su mente de repente pasa la vaga idea de que SU moto corría peligro. Y como ocurría siempre, él tenía razón.
Al ver a la morena sobre su moto, no pasó nada más que una cara de mala gana por el rostro del moreno...Pero el horror de su vida fue haber visto su moto dañada.

Con sus manos temblando por aquella furia que recorría dentro de él, se acercó a Leah, fulminándola con la mirada como nunca había pasado.

-¿Qué fue lo que hiciste?.-masculla serio. su moto era su vida. Le había costado años de trabajo. ¿Y para qué? Para que una loba la dañara.

Él la increpa y ella contesta. ÉL se coloca frente de ella y ella se baja de la moto y se pone a su altura con la misma cara que él pero elevada a la décima potencia. Lucha de Egos y de quién miraba más asesinamente que el otro.

Que te parece que hice? .- le respondo casi chocando sus narices.

Leah era realmente maldita cuando se lo proponía y luego de lo de la imprmación de Sam no tenía nada más que perder que a su hermano y su orgullo y uno casi lo pierde por culpa de la manda e iban a pagar por ello.

-¿Cómo te atreves a tocar mi moto, Leah? Te dije muy en claro cuando empezaste a tener esa severa obsesión por mí, que no te metieras con mis cosas...Especialmente mi moto.-murmuró frío. En aquel momento le repugnaba todo de ella, hasta el verla. Pero aún así se quedó duro, como casi un hielo... Quizá un poco más y se convertiría en vampiro.-Cualquier venganza que quieras hacerme, eres libre de ello, pero jamás te di avanze para tocar mi moto.

Claro y soy tan obediente que iba a tocar cualquier cosa menos esto .- contesta haciendose paso y empujandolo, alejandose de él con fuerza.

Ellos, todos ellos, la tenían hasta más arriba de la coronilla. Siempre creyendo que es demasiado enojona como para tener sentimientos. Que sólo por pertenercer a la estúpida manada tenían el derecho de hacer lo que se les viniera en gana. Que tenían el derecho a opinar sobre ella, Sam y Emily y encima compararlas.

No era necesario que contestara algo más, sus pensamientos eran claros y sin nada en medio, directos.

-Leah, sabes que ésto es claramente una venganza.-murmura sin darse cuenta de que ella lo había tocado. Quizás había demasiado músculo de por medio como para sentir aquel roce. Solo con observarla y sin siquiera pensar, sabía lo que pasaba por su mente. Y no era bueno meterse con JAke.

No me digas, como adivinarlo?.- su sarcásmo te saca de casillas. Ni siquiera oculta el hecho de que hizo mal y pareciera que tampoco quiere hacerlo. Era seguro que si Leah fuera macho ella y Jake ya estarían a los golpes, hace rato.

Sus ojos lo enfocaron y era como si mil dagas se te clavaran.

Deja de creer que soy una más de los chicos, y no me interesa que tan bien te caiga Emily y que tan diferente soy de ella. Deja de meterte conmigo Black o no te quedará motocicleta que apreciar .- sólo le faltaba gruñirle en la cara, salvaje.

-Aah, así que era eso..."Celos".-susurra sonriendo de lado, con esa sonrisa que podía hacer desmayar a más de una joven. La mira, como si hubiera dado justo en el palo. Y es que sí, era aquello. Si Leah no hubiera tocado su moto, Jacob jamás hubiese dicho ésto último:- Si tanto mueres por Sam, pelea por él, Leah.-dice como si fuera obvio. Estaba muy sacado, y todo culpa de la morocha.

¿Se estaba riendo de de ella?. ¿Jacob se estaba riendo en su cara?. ¿Tenía cara de burla o qué?

¿Tanto pensar en la novia del chupasangre te consumió la última neurona que te funcionaba, Black?.- pregunta acercandose amenazadoramente de nuevo. Era una lucha de miradas que nunca cesaba, ambos eran demasiado tercos como para pararla.

Había un sentimiento aparte de la ira que golpeaba con fuerza. Era tristeza, demasiada tristeza. Ella había intentado de todo para estar con Sam pero realmente no era que el no quisiese era que realmente no podía. Era como si su vida dependiese directamente de la de su prima, como si le quitaras el corazón si la alejaras de él.

-No, quizás el que hayas dañado mi moto causó un daño en mi cabeza.-murmura con su mirada y sonrisa fugaz. Es que sí, al escucharla sabía que había dado justo en el clavo. Un punto de ventaja para Jake Black.

Se acerca más a ella, sin importarle que ya se esté llenando de su aliento.
-Si tienes bronca con Emm-Já, la había tratado de "em" solo para provocar aún más a Leah.-agarratela con ella, no conmigo.

Ella no escondió mi ropa cuando entre en fase .- Lo empuja con la mandibula apretada de ira.
A pesar de todo, y odiaba ese " a pesar", no podía odiar a Emily, ella no tenía la culpa de nada, además Leah la adoraba, aunque no se notara en lo absoluto.

-Yo dije que no lo hicieran, Leah.-masculló más que enojado. Si se podía describir en palabras, casi estaba rozando sus labios. Lo único que si lo salvaba, era que estaban solos, ya que todo el colegio debió de haberse ido hace como una hora.

suspiró pesado. Así que esa era la razón por la cual Leah estaba enojada...Y su propia moto sufrió por ello.

Rueda los ojos, bajando la guardia tan sólo un segundo. Ella no iba a creerle absolutamente nada. La confianza que tenía hacia los hombres se esfumó cuando el último en el que podía creer habia muerto, justo un día antes de convertirse en licantropo y terminar de arruinarse la vida.

-Mira Leah, no me importa si me crees o no, pero búscate una manera para solucionarme lo de la moto. Porque juro que no te lo voy a perdonar jamás en la vida.-murmuró sin alejarse ni un mm de ella. Es más, no sabe como pasó todo aquello, pero casi la estaba arrinconando a una pared. Si ella tan solo fuese Bella...

Otro más que la comparaba con otra mujer. ¿Acaso no tenía nada interesante que ofrecer que todos se imaginaban a otras con ella?. Su evidente mal humor y pena creció cuando compartió los pensamientos de él, apreto a penas la mandibula.

Obligame.- es lo único que le contesta, ni siquiera lo ira desafiante esta vez, no se le apetece.

-HAzlo Leah, si no quieres que me meta con tu persona.-susurra frío ahora. Y aquello de "su persona" era por completo el significado de aquella frase. Tenía bronca hacia ella, hacia Edward por quedarse con Bella, hacia la morocha por haber dañado su moto, por los idiotas de sus amigos por haber provocado a Leah...Y nada de eso era bueno.

Se acercó más a ella, ahora sí ella estaba contra la pared. Y la observa. Él siempre tenía sus metas, y las cumpliría.

Me produces escalofrios, Jake.- Su sarcasmo no tiene límites, al igual que su coraje. Desafiando cada cosa como para probarse que puede con todo lo demás excepto con "eso.

Apoyó una mano a un lado del rostro de Leah, con fuerza. De seguro debajo de aquella palma había una pared hecha añicos. PEro no le importó. Si ella quería desafiarlo, era su culpa.

Se apegó por completo a ella con fuerza, dejando distancia entre sus bocas.

-No me hago culpable de los daños.-susurró desafiandola. Él no llegaría a ese punto así como así. Pero ella lo sacaba demasiado, y quizás era hora de que ella probase algo de él.

La pared tras su espalda se quebrajó casi por completo mas no se rompió.
Leah lo mirada desafiante, como si esperara que él empezara la pelea para seguirle el juego. Necesitaba calmar la rabia.

Casi lee su rostro, pero aquel pensamiento de la morena le llegó enseguida.

-No será una pelea, Leah...Es mucho más que eso.-susurró acariciando con su mano libre un lado de su rostro. La provoca, lo sabe...Quizás no llegaría a nada más que eso, o sí...Depende de lo que suceda. PEro Jake jamás fue así, pero Leah era tan...taan...Maldita morocha que lograba sacarlo de su lugar.

¿De que estamos hablando?, Mejor, ¿Qué es lo que está pasando?. Ella no se iba a quebrar en lo absoluto ante su presencia, iba a hacer todo lo posible por no hacerlo.

Mira de reojo la mano que la acaricia y luego lo mira a los ojos.- Si es así como planeas conquistar a la chica vampiro, ya veo por que esta con el chupasangre.- Si él la provoca, ella lo hace el doble y justo donde duele, como él lo hace.

LA mano que estaba contra la pared de repente se cierra en un puño, tomando más que un simple pedazo de pared. Y solo lo deja caer.
Sabe que si tocaba a Leah podría hacerle más daño de lo que planeaba.

Se separa de ella y le da la espalda, acercándose a su moto. Examina el daño de ésta, pensando como haría para repararla. Simplemente quiere irse y correr hasta quedarse sin aire.

Un "lo siento" quiere salir de su boca pero ella es demasiado terca para dejarse ver así por ellos. No quiere que la vean flaquear jamás.

Deja escapar un hondo y largo suspiro, pesado. Lo único que lo calmará es correr. Siquiera dejará habilitada su mente.

Por un segundo había pensado en disculparse con ella por su actitud, pero al otro segundo ya era un lobo con pelaje rojizo. Se volvió a la morena y la miró por unos largos segundos. Solo calculaba si algo pasaba si alguien lo veía.