Entiende que aunque pida que te vayas no quiero perderte..-

La playa, apenas amanecía y tenía muy pocas cosas por hacer, era su día libre de guardia, a veces pensaba que la manada lo esquivaba para darle una buena misión, y eso que él estaba dispuesto casi siempre. Tenía demasiadas ganas de pelear con alguien y esos vampiros entrometidos que parecían multiblicarse como ratas eran la mejor opción, una lástima que estuviera prohibido que entraran a la reserva, se podía encargar facilmente de ellos.

Paul había salido de casa sin avisar con solo aquel desgastado short de jean que siempre usaba, caminaba descalzo por la orilla, la salida de sol estaba al salir y era relajante estar allí para verla.

Devuelta a las playas de La Push. Las vacaciones de invierno en su universidad daban comienzo y Rachel se saltó las clases de ese día para llegar antes a mimar a su padre y a su hermano.

No podía evitarlo, la universidad era su libertad absoluta, pero tanta libertad terminan por cansarla y aunque sabe que Billy puede "ponerle castigos" ella no lo cumplira, pero le gusta que al menos quiera hacerlo.

Ultimamente no veía a su hermano por ningún lado, todos decían que andaba con la nueva pandilla de Sam, el novio o ex novio de Leah, lo que sea. Hasta donde ella llegó a Jacob aún le gustaba la hija de Charlie y andaban juntos hasta el baño. Quiere saber en que terminó aquello.

Se saca las sandalías para tocar la fría agua de la playa. Es puro hielo y le encanta el frío que expele el mar.

El olor dulzón y amedrentador llegó a él, no estaba solo y aunque no fuera un lobo su sangre podría reconocerla, era uno de los suyos, Paul caminó por el agua, acercandose lentamente y conl as manos en los bolsillos a la muchacha de pies descalzos como él.

- Rachel Black, mira a quien tenemos de vuelta.. - murmuró con sorna, con media sonrisa en el rostro, rodeandola como si ella fuera un nuevo especimen humano.

Ya, ya, ya , ya va. Había olvidado que en la reserva todos eran así de "expresivos emocionalmente" y la cosa es que le encantaba. En la universidad veías a alguien una vez y jamás lo volvías a ver de nuevo. Era una locura. A veces era genial y otras veces espeluznante, ni siquiera se acordaban de ti.

No recuerda quien es tan condenadamente musculoso de sus amigos para que le abrace así, incluso la voz es algo distinta, conocida epro definitivamente más grave. Al azar podría ser....

Jared, Quil, Embru ...Sam.....Jake?.- Y no le atina a ninguna. Al menos lo intento.

Estab bien que había cambiado, pero para que no lo reconociera despues de haber vivido tantos años en a reserva.. ya era demasiado.

Paul negó con la cabeza a todos los nombres que ella dijo, sacando pecho.

Con la lelgada de una brisa marina, Rachel voltea para ver a quien le está cambiando la identidad y todo lo que ocurre después parece sacado de una película de fantasía o un cuento de Harry Potter. Magia pura.

Un escalofrío la recorrió de pies a cabeza y la electricidad que recorrió su cuerpo la adormeció entera.

Es Paul, amigo de Jacob, compañero del instituto, vecino de la reserva pero había algo más. Era el amor de su vida y sólo hoy, ahora acaba de notarlo, como no lo hizo antes?..si es tan perfecto.

Su rostro era impagable.

Y seguía sin reconocerlo.. lejos de enojarse Paul extendió su mano morena hacia la hermosa morena - Soy Paul, amigo de Jake, no creí que no me recordaras.. - se presentó con la voz embebida en algo asi como.. ¿Frustración? No, era ridículo.

Se abofetearía ella misma pero le va a doler y no es tan estúpida como para hacerlo. Aunque...
Desvia la mano que iba directo a su propia mejilla y toma la mano de Paul. Quizás sólo estaba exagerando al ver a un chico guapo, increíblemente guapo...en fin, Paul.

Bromeas? No puedo olvidar años de conocerte y es más como olvidar que cuando Jake debía ayudarme con mis maletas el muy idiota se fue con mi padre a ver a la hija de Charlie y tú me llevaste las cosas al auto. Gracias.- Rspira. Uno, dos, tres. Sueltale la mano. Aí, muy bien!

Su mano apretó la suya sutilmente, no era de aquellos apretones que se daban entre los lobos de la manada pero este lo hizo saltar hacia atras cuando el choque de emociones lo sacudió entero.

Paul cayó de espaldas al suelo haciendo una mueca.

- Que mierda fue eso? . preguntó confundido, mirando a la chica desde el suelo.

Se mira las manos con enormes ojos. No había desarrolldo ningún superpoder en su estancia en la universidad como para mandar lejos a los amigos de su hermano, oh sí?.
Lo mira a los ojos y no puede evitar olvidarse de su nuevo superpoder y admirar lo lindo que era Paul. Le gustaba las nuevas juntas de Jacob, mucho.

Tartamudea y le extiende la mano de neuvo, para ayudarlo a levantarse.

El moreno miró a todos lados, esperaba que aquello no se tratara de una broma de los malditos chupasangre, si eso era aquello los descogotaría, se puso de pie rapidamente y se sorprendió a si mismo frente a Rachel, protegiendola de cualquier peligro que estuviera cerca, sin saber que ellos mismos habían hecho todo el espectáculo de fuegos artificiales que sentía más arriba del pecho.

No entiende por que Paul actúa como barrera humana. No siente bullicio cerca como apra que esté pasando algo o alomejor perdió el sentido de la audición.

De qué, quién, lo que sea estamos protegiendonos?.- pregunta cuando la chrada lleva más de cinco minutos y él no se movia, aprecía gargola.

- Hay algo extraño en el aire, aunque no se que puede ser.. - contestó mirando el cielo, parecía que le sonreía. Se volteó para enfrentarse a la hermana de Jacob con el ceño ligermente fruncido.

Frunce el ceño asintiendo, como si realmente le diera la razón a tal disparate. Charlie Swan, el jefe de policía decia que cuando se encontraban con un loco era mejor darle la razón, así todo estaría bien pero Paul no tenía cara de loco, si no de modelo y hacía que su corazón palpitara aceleradamente y no tenía idea del por qué.

Está cálido, va a llover, pero no creo que sea alarma nacional ...- sonríe suave, mostrando al primera fila de dientes, blancos impcables. Sus ojos y su sonrisa son la cosa más bella que puedes encontrar si es que la miras detenidamente.

Deseo en el mismo momento en que sus ojos miraban esa sonrisa brillante, quedarse allí por el resto de la vida, no habia visto cosa más hermosa, y era la hermana de Jacob, custodiada desde hacia años de todos.

- Si si - consiguió articular mientras una sonrisa bobalicona aparecía en su rostro.

Ella sonríe, él sonríe y ella vuelve a sonreír y así un buen rato, idiotizada.
Se sonroja a penas, desviando la vista cuando ya pasan cinco minutos y ninguno cede a dejar de mirarse. Todo lo que pasaba era sumamente extraño.

Disculpa, has visto a Jake?.- pregunta sin volverlo a mirar. Jamás en su vida se imagino sentir algo así, aprecía que el mito del "amor a primea vista" era real y debe admmitir que le produce tanto miedo como curiosidad.

Al fín cae en la realidad cuando ella le vuelve a hablar, siente sin prestar atención a su pregunta.

- Ammh.. e.. no, no lo he visto, pero puedo ayudarte a buscarlo. - la ayudaría a subir el monte Atalaya si estuviera en sus manos. Paul sonrió y al instante un enorme lobo gris oscuro apareció en su lugar, dió una vuelta como si saltara de alegría y luego se sentó frente a ella, bajando a cabeza para que ella pueda montarlo.

Ella estaba apunto de aceptar su invitación sutilmente con un par de "no es necesario, pero si quieres..." cuando el chico se convirtió en lobo. No un lobo cualquiera. Un lobo gigante, gris oscuro que nada tenía que envidiarle a los osos.
No grita por que el miedo la tiene paralizada. No puede haberse perdido tanto el La Push, o en el mundo como para que una persona que convierta en lobo en segundos frente a sus ojos.
Sabía de las historias de su pueblo por su propio padre, pero del cuento al hecho hay un larguisimo trecho que jamás pensó que fuera real. ¿Cuántas cosas más ocultaban los hombres Black entre lineas de cuentos ancestrales?. ¿Acaso su hermano también era como ese chico?

Con el hocico el lobo gris le dió un toque al brazo de ella para quese de cuenta que no era una amenaza, no podía hacerle daño, no lo haría.

Quita la mano del hocico del lobo en cuanto este la toca, miedosa. De una u otra manera sabe que él no le hará daño pero la sorpresa de lo que acaba de ver todabía la tiene fría, petrificada.Quiere correr.

Ella debería creer las historias de sus antepasados, con una de las familias más antiguas de la tribu Rachel debería creer, el lobo resopla y dá dos pasos hacia atrás, o quiere que le tema-

Po-po....podrías....?- No termina de decir lo que quiere pero se nota que desea que él vuelva a su forma normal, por ahora. Le va a tomar tiempo aceptar el hecho de que no son sólo humanos en este mundo.

Se apareció sentado en el mismo lugar donde el lobo había estado segundos antes.

- No fue mi intensión asustarte, no lo puedo controlar algunas veces.. - le dijo sin darse cuenta que aun adoptaba la postura del lobo gris, arrodillado y con las manos en la arena.

Bota el aire de sus pulmones, relajandose al verlo así de nuevo. Pasa saliva, su rostro está pálido.

Disculpa, podrías decirme que rayos pasa aquí?.-pregunta mirándole. Ella era de las que no creía en cuentos de hadas por que su mente era totalmente racional para todo aunque su personalidad fuera la de una princesa disney.

Hasta pálida como chupasangre le parecía hermosa ¿Desde cuando la hermanita de su amigo se había trasnformado en la mujer más hermosa que había visto? Paul sacudió la cabeza.

- Te has perdido de mmuchas cosas princesa.. - contestó tranquilo, el aura de Rachel era relajante, atrapante.