por Raissa Brooks Sáb Sep 11, 2010 4:57 am
Y, mierda, debe admitirlo, se sintió terriblemente aludida con sus palabras. Cierra los ojos e inhala hondo, haciendo un esfuerzo posiblemente innecesario por relajar sus hombros. ¿Siempre se ponía igual de tensa en una sala llena de peces con un licántropo algo infantil a unos metros de distancia? No, porque, por empezar, no le gustan los peces.
Piboteando, con un pié apuntando a la puerta y el otro al interior del aquel lugar, ladea la cabeza con lentitud y sonríe apenas.
- La parte de romper el vidrio sería la más dificil - murmura apenas, decidiendose por la sala. Después de todo, podía no buscar problemas. Ja, esa era una gran mentira, y odiaba saber aquello. -. Digo, para el bicho. Porque no creo que le cueste mucho comerte - dice con una nota casi imperceptible de malicia, demasiado acostumbrada a desestimar a los licántropos como para esperar algo positivo por parte de ellos.