Que lloro por tí ♪

Estaban ahi, en la casa de Jake. Aquel dia, no habia nada para hacer, definitivamente. Ya había superado aquel beso, despues de todo, habia pasado bastante tiempo desde que había sucedido.
Suspiro, y observó con cansancio el porche de la casa, entendiendo que no había nadie.
Tal vez, pensó, debía de haber avisado, pues al parecer, ni Billy ni Jake se encontraban allí. Ya había llamado a la puerta unas tres o cuatro veces, sin recibir respuesta alguna, ni señales de vida.
Se dio media vuelta, dispuesta a marcharse, y emprendió el camino de regreso a su viejo monovolumen.

Jake había pasado el día con Leah. La muy puta, por no poder decirlo de una maneramás calida, lo había seducido por un largo rato, haciendo que Jake tuviera una terrible calentura. Lo peor no fue eso, sino que la castaña le mostró algunas partes de su cuerpo para aumentarla, y se marchó como si nada. La idea de bajar su calentura era ir a un bar de prostitutas, porque no contaba con otra cosa.

El moreno llegó a su casa y se apareció delante de Bella en un cerrar y abrir de ojos, impidiéndole así el paso hasta su camioneta. Estaba con una sonrisa de oreja a oreja al verla allí, en su casa. Y tan solo esperó la reacción de su amiga. Estaba muy sorprendido.

Caminaba observando el suelo, sumamente decepcionada. ¿Donde estaría Jake? Quería verle. Hablarle. Algo. Se mordió el labio inferior, y metio las manos en los bolsillos de su buzo. Tenía la sensacion de que algo no andaba bien.
Inutilmente, notó que algo enorme se interponía en su camino, por lo que alzo la vista con indiferencia, y su rostro se sorprendio al verlo a Jake. Le sonrió con timidez, sintiendo como una pequeña felicidad dentro. Sí, le extrañaba mucho.
Rápidamente, al verlo, no se lo pensó dos veces cuando se abalanzó sobre el, para abrazarlo, rodeando el cuello del joven con sus pequeños brazos.

El moreno se sorprendió por su reacción, a sabiendas de que el chupasangres del Cullen podía estar cerca...Ah, no, cierto que se había ido a Alaska por los días soleados en Forks. Punto para Jake.

No le tomó ni un segundo el rodear la cintura de Bella y pegar el cuerpo de ella contra el suyo. Estaba feliz, por estar con ella; iba más allá de eso, cuando se trataba de Bella Swan, pero no podía hacer nada al respecto.

-Bella.-susurró a su oído, sin querer separarse.-¿Acaso me extrañabas tanto que no pudiste resistirte el venir hasta aquí?-pregunta con un tono burlón, divetido. Sonríe de lado, propio de él.

Sintió como le respondía el abrazo, y oyó cómo le susurraba al oído. Sonrió y apoyó su rostro contra el cuello de Jake, aún sonriente. —Oh, Jake. Lamento mucho decepcionarte... pero solamente he venido porque no tenía con quien estar.— bromeo, mordaz. Aunque no era cierto, de veras lo extrañaba. Pero no iba a hacerselo saber. —Y tú? No me has extrañado, verdad? — murmuró, mientras su sonrisa se borraba. Ni una llamada, nada. Habían estado completamente incomunicados, y separados. Y aquello no le agradaba. Era su mejor amigo, y lo adoraba como a nadie.