When it rains-or snows- ~

Estaba, por algún extraño motivo que aún no lograba comprender, algo entretenida allí. Recostada en mitad de un claro particularmente amplio, observando como pequeños cristales de lluvia algo congelada caían sobre su pálida piel. El cielo perlado ante aquel proyecto de nevada prematura, desconcertante en aquella época del año. Sabía que el tiempo estaba frío, podía observar algun que otra liebre correr a su madriguera. No tenía sed, por lo que el constante paso de los venados por aquel área no le generaba nada. En realidad, muy pocas veces sentía sed, no entendía por qué su constante falta de apetito.
Por allí vagaban sus ideas, observando aún detenidamente cómo se opacaba el blanco color de la nieve ante el blanco inmutable de su piel, pero presiente que no está del todo sola.


- Todas las paaaaaJas que peleaban quien abría en Zona de aburridos ;D -

Aún no se curaba completamente de la herida que le había hecho la Vampíro que vagaba por la frontera entre La Push y Forks pero ya andaba jodiendoles la vida a todos en la manada, no quiere que la cuiden cuando hay peligro cerca, no es necesario. Además es sólo Leah, ni siquiera es la alfa y a nadie le cae bien, punto.
Entre reclamos se levantó de la cama de Emily y entró en fase, escapandose de allí y aunque los demás podían detenerla, por su bien era mejor no hacerlo.

Se pasea por el bosque, cojeando a causa de su herida que no tardaba en sanar, cuando siente un olor extraño. ¿Acaso todo el pueblo ahora le gustaba pasear en el bosque o harían un nuevo centro turístico?. Maldita gente, ya ni siquiera podía pasear tranquila como loba.

En otro de mis tontos intentos de conocer los alrededores de la reserva terminé en uno de los tantos caminos de Forks, ¿Cómo?, no tenía idea y tampoco me importaba mucho ya que entre más viera en un día mas fácil sería conocer todo.

Caminé y Caminé solitariamente por casi una hora, sabía que era algo peligroso el simple hecho de intentar atravesar un bosque, aún mas por que no conocía el camino de regreso, pero a estas alturas si algo me pasaba nadie se enteraría, o más bien a nadie del pueblo le importaría ya que no conocía a nadie. Llegué a un punto que parecía un claro, esto no fue lo más sorprendente para mi, fue que mis ojos percibieran una silueta que parecía humana, no nada de apariencias era una chica en medio de tanto frio, di unos pasos acercándome a ella.

-Hmm, ¿hola?, ¿Estas bien?- Pregunté curiosa y algo asustada ya que era extraño que alguien estuviera allí, ignorando el hecho de que yo también estaba allí, su piel palida me asustaba, ¿algo le había pasado?.

El día estaba horrible, con lluvia y mucha humedad. Sin embargo, Isabella caminaba con una gruesa campera de invierno, y encapuchada, por el bosque, intentando comprender qué hacía ella en un lugar y en un día como ese, siendo que odiaba ese tipo de clima que el día estaba poseyendo. Caminaba y caminaba, con ganas de seguir caminando, sin intentar refugiarse de la lluvia, que mojaba su ropa. Al caminar, llega a un claro, donde algo de color blanco, desashacía la tonalidad de verdes que había. Excepto por la nieve, y estaba segura de que aquello no era un monton de ésta. De pronto, la reconoce, era Raissa.
Camina lentamente hacia ella, acercandose con una sonrisa. Una vez a su lado, le habla. — ¿Hasta cuándo continuaremos encontrándonos? —Aunque no le molestaba para nada verla en cualquier parte, su mente formuló esa pregunta, razonando en que era cierto, se encontraban en casi todos lados. Y también, así se habían conocido... encontrándose en el zoologico.

[S i n - i n s p i r a c i ó n (A)]

Se reincorpora en un segundo, aturdida por las dos humanas que acababan de aparecer. Estaba quizá demasiado concentrada en averiguar de donde provenía el olor a perro como para entender del todo sus palabras. Aunque, claramente, podía notar que la primera no entendía ni debía entender nada. Sonrió apenas a Bella, asintiendo con la cabeza en algún gesto algo extraño de que había entendido.
-Perfectamente- responde a la otra, la desconocida, cuidando de ser tan humana como le era posible. Realmente no estaba de humor para provocar NADA.

Están cerca, uno es un vampíro por que su sólo olor le es repulsivo aunque esten a una distancia prudente, mas el olor es similar al de los Cullens pero no son ellos.
El otro olor es de Bella, no le es difícil distinguirlo cuando llevas meses intentando acallar los pensamientos de un compañero de manada baboso. Y el tercero no lo reconoce pero sabe que es de La Push.

La loba gris claro las logra ubicar epro se mantiene escondida entre los arbustos, vigilando la situación. No podía echar a la vampiro ahora, había humanos y humanos que si ella llegaba a tocar la meterían en problemas.

Justo antes de recibir la respuesta de la chica, escuché como otra hablaba, al parecer ya se conocían cosa que haría más extraña mi estancia allí. Una sonrisa apareció en mi rostro al escuchar la tranquila respuesta.

–Me alegro- Fue lo único que escapó de mis labios, seguido giré mi vista a la otra chica que llegó ¿Qué podía hacer en este momento?, no salían palabras de mi boca y mi imaginación para encontrar una conversación razonable había muerto. – ¿Ya se conocen?-Pregunté estúpidamente, esperando no sonar tan mal. –Soy Kyla- Me presenté dando unos pasos hacia ellas.

(No pregunten -.-)

Miraba la presentación de las humanas con una sonrisa ¿dulce? Y es que se sentía fuera de lugar, eran tan...tan... humanas. Y eso no tenía nada de malo, eso era lo que provocaba su sonrisita. Pero sus sentidos no estaban allí, sino fijos en la loba gris claro un poco más allá, oculta para cualquiera de sus acompañantes en ese momento.
- Brooks - murmura, siguiendo el hilo de presentaciones, pero con un tono que dejaba bastante que desear. La sonrisa se había borrado de su rostro mientras intentaba descifrar que haria la loba de momento a otro. Bichos impredecibles.

Se sabe descubierta hace mucho pero la loba no atacará ahora y queda en claro, mas su mirada es puro veneno para con la vampíra.
A Bella le encantaba jugar con chupasangres, ¿a que sí?. Rueda los ojos. Que sentido tenía protegerla tanto si se regalaba en bandeja.

Da un paso en falso y su herida, que no cerraba del todo, le provocó dolor. Gimió leve, pero suficiente para delatarse con las humanas.

"maldición"

Localiza en un segundo la herida de la loba, no era algo que se le pasaría por alto en su analisis completo de la situación. Bella la conocía, estaba segura de aquello, la notaba apenas más incómoda que la otra, Kyla. Bien, comienza a acostumbrarse a llamarlas por sus nombres.
Arrugando la nariz, busca los ojos de la loba y no encuentra allí mucho que temer.
- Verdad que lo es - sigue al comentario de Kyla, con una falsa sonrisa que no acababa de cubrir su falta de interés. El espacio entre la loba y ella podría cortarse con un cuchillo y eso era todo lo que le preocupaba de momento.

Pasa su vista de la vampiro a la de Bella. La loba gris claro arruga el ceño mas debajo de tanto pelaje era practicamente imperceptible.
Camino sigilosamente, lento, rodeandolas y empequeñeciendo las vías de escape de las tres, cosa que sólo podían notar Bella y la chupasangre.

Observó nuevamente con atención a Leah, y frunció el ceño. Comprendía que los vampiros no podían pisar ni una baldosa de La Push, pero ¿también les estaba prohibido estar en los bosques de Forks?. No estaba segura de ello. Le dirigió una rápida mirada a Kyla, quien seguramente, no entendería nada. Y pensó que rápidamente, nada de lo que estaba sucediendo le parecería normal. Por empezar, porque el tamaño de Leah, era el triple del de un lobo común y corriente.