I'm alone if I do not know if I can face the night-

Dos días, dos terribles días.

No podía pensar con claridad en el momento en que algo lo tiró por la ventana, como un paquete inservible que debía ser desechado, la suerte es que lo hubieran devuelto.

Luego de la fiesta en la casa de los Cullen no podía recordar mucho, la rubia que le había parecido tan simpática lo había invitado afuera, había intentado seducirlo y al no lograrlo lo había mordido y llevado de allí. Un lobo en el clan Vulturi podía ser necesario. habían sido las palabras de Cayo, más no habían elegido bien. Ni bien habían llegado a Italia el lobo había dormido medio día y al despertar no había querido saber nada de nada de ellos y se rehusabaa entrar en fase para ellos. Ni el poder de Jane había podido hacerle soltar prenda de lo que pasaba en Forks a sus espaldas. Luego de intentar y hacer todo lo posible lo único que habían conseguido era hacerle daño al pequeño, sin sacar nada de información, y como se lo había llevado lo devolvían. Seth cayó de espaldas contra el suelo, sin moverse y con la expresión vacía. Solo vestía la larga camisa que se había puesto para la fiesta, desgarrada y en jirones.

Ella lo buscó desesperadamente sin descanzo durante aquellos dos infinitos días. La manada la ayudaba pero cuando se trataba de algo así de grabe, Leah veía todos los esfuerzos de ellos como si fueran los mínimos. Los trataba mal pero ninguno le pelió por ello, todos se sentían inútiles al no dar con el paradero del pequeño Seth.

Si detestaba a los vampiros, ahora simplemente no lo opdía ver, oler, tocar,ni sentir cerca. Los amatría en el acto aunque no hicieran nada. Sam le prohibió acercarse a los límites, era capaz de cualquier cosa.

Se sentó en su porche, por primera vez en dos días, temiendo que le habia pasado lo peor a su hermano, cuando un auto lo avienta hacia el exterior, como si fuera una bolsa con basura, simple y sin esfuerzo. Parecía un bulto.

Su cuerpo no parecía tener heridas visibles, más estaba pálido y un sudor helado corría por su rostro inespresivo que si lo mirabas bien no parecía el niño de 15 años que amaba jugar a los aviones de papel a escodidas del resto de la manada, menos de su hermana, claro.

La gente que lo había traído ya había hecho su retirada y se había esfumado, dejando aquello que se habían llevado en forma fetal, dentro de una habitación que no le parecía propia, sino más de lo mismo.

Da dos pasos cortos para comprobar que el peligro estaba lejos. Dos pasos largos para comprobar que no habia nadie escondido esperando raptarla o hacerle daño y los últimos pasos lo hace corriendo hasta llegar donde Seth a abrazarlo.
Toma su rostro y lo revisa de pies a cabeza, ansiosa y desesperada. Con el corazón en la boca.

Seth, estas bien?.- pregunta con la voz rara. D e seguro habia estado llorando y ahora se aguantaba un par de lagrimas más.

Pasos se le acercaban, debía mantener la cabeza freca para no volver a caer en su juego, aunque su cabeza ya no estaba ni fresca, solo soportaba, era algl instintivo. Quizo moverse para huír de lo que se le venía pero el cuerpo no le respondió, respiró con nervisismo cuando aquella persona lo tomó en sus brazos. Lo torturaría de seguro.

No lo sólo parecía no reconocerla, también estaba a la defensiva. Esos malditos chupasangre iban a pagar, con excesivos intereses.
Ella lo lo levanta despacio y lo apoya totalmente en su cuerpo y abogando a su fuerza lobuna lo acuesta en la cama. Se podía sentir el olor a hogar que emanaba la casa Clearwater. En cualquier momento deberia volver en sí.

Mantenía los ojos abiertos y esa expresión de tortura en su moreno rostro, allí nunca había pasado por aquello, ni siquiera en la sangrienta lucha que habían tenido con los neófitos. En su cama Seth se quedó mirando el aeroplano que colgaba del techo, ausente, como si pudiera entrar allí y volar lejos, se estremeció de la cabeza a los pies al intentar levantar la mano para tomarlo.

Si había algo que podía dejar a Leah con el corazón totalmente deshecho era esa imagen, lo quiebra sin posibilidad de reconstrucción.
En su corazón se formaban unos sentimientos incomprendibles para cualquier oto ser viviente que no fuera ella. Sed de venganza y de destrozar lo que se cruce en su camino es poco para lo que siente.

Cruza la casa hasta llegar a la cocina. Toma un garro con agua y un vaso y vuelve a la recámara de Seth, besa su frente e intenta sentarlo para que beba un poco.

Np quiere agua, solo tiene la necesidad de tomar ese avión y abrazarlo hasta que en sus brazos se formen moretes por la madera filosa. POr un momento se queda solo y baja la guardía. El agua que cae en sus labios cae por su barbilla, si pensaban que iban a poder envenenarlo no lo lograrían, ni en ese estado de letargo. Sus ojos van y vienen por la habitación, redescubriendola.

La angustia de la morena por un momento abandona su frio y duro corazón y se refleja en su cansado rostro. ÉL no la reconoce, está ido, muerto en vida. Ausente.
Sethie...-susurra, acariciando su mejilla.

Lleva su mano a su mejilla y quita la de su hermana de allí para tomarla él, la aferra sin fuerza. No quiere dormirse pero el cansancio se vé plegado en su rostro.

Se acomoda en la cama para apoyar la parte superior del cuerpo de su hermano en sus brazos. Lo mima como lo haría su madre si estuviera.

Tiene ganas de salir de esa coraza que se ha impuesto para abrazar a su hermana como se merece, pero tiene demasiado miedo de que ella fuera otra de las mentiras.

Se queja para que lo suelte, sin ser capaz de hacerlo por si mismo.

Hace lo que una Leah sustituta no haría. Lo golpea en el brazo y lo mira ceñuda aunque su rostro tenga trazos de tristeza. Ella no se moveria

Por un solo momento fijo la mirada en ella, quitandole interés a toda la preocupación que se hermana reflejaba.

Su lengua pasaba por su lengua buscando algo fuera de lugar, unos largos colmillos o algo así. Se acurrucó donde ella lo abrazaba y mordió su brazo con fuerza.

Por la luz el rostro de Leah no se ve demasiado pero queda en claro q esta terriblemente enojada por el mordisco cuando alza a seth en el aire y lo bota al suelo con una fuerza sobrehumana que rayaba en lo brutal.

Cuando por fin el rostro de Leah se ve ella lo mira profundo.

Puedo golpearte hasta que veas que soy yo...-murmura parada a un lado de él.

Ni siquiera le había hecho daño, había sido como esos mordiscos que se daban al jugar como lobos, pero no habían salido clmillos ni había bebido sangre, no entendía nada, la mujer vampiro lo había mordido y el debería estar muerto y sediento de sangre.

Seth se quedó encogido en el suelo, lloriqueando.

Se arrodilla a su lado, tomandolo de sus ropas.- Escuchame bien, Seth...Debes volver. Soy yo Leah....por favor...-Susurra lo último, practicamente desesperada. Quiere que este bien.

- Lee Lee.. - murmuró temblando como una hoja, con los ojos llenos de lágrimas la abrazó con fuerza, casi tumbandola en el suelo, si su hermana fuera menos fuerte hasta la habría quebrado. - Lee.. - volvió a balbucear haciendo sonar su nariz.

Lo abraza y suelta unas lagrimas solitarias. Toda su desesperación por el recinete secuestro de su hermano se van con ellas, aliviandola.
Suelta el aire de sus pulmones a la par de su llanto.

No em llames así...-susurra, practicamente estrangulandolo

- Yo..losiento - intento disculparse entre hipidos nerviosos y la mente hecha un nubarrón, se dejó estar en su todo eltiempo, temblando.

Lo suelta despacio y el lugar de quedarse asi sin mas, se lanza a sus brazos uscando proteccion. Lo necesita tanto.

Sus ojos se van llenando de lágrimas a medida que todas las imágenes del secuestro vuelve a su mente, no había reaccionado antes y ahora lo hacía de sobremanera. Se abrazó a ella soltando más ym ás lágrimas.